Google+

20 de febrero de 2013

Un equipo sin alma

A menudo, cuando se habla de los problemas del baloncesto español, uno de los aspectos destacados es la falta de identificación de los aficionados con sus equipos. Esta carencia tiene su origen en, por un lado, la escasez de jugadores de cantera en particular, de esos que sienten los colores muy adentro, y por otro de jugadores españoles en general. Esta sensación se acentúa con el trasiego constante de jugadores extranjeros convirtiéndose en noticia que Bullock o Savané, por poner dos ejemplos, pasen gran parte de su carrera en un mismo equipo o incluso jugando en nuestra liga. Si hace poco escribía sobre la estabilidad en los banquillos como receta para conseguir éxitos no menos importante es la estabilidad en la cancha. No sólo afecta a esa identificación si no a los resultados mismos como podemos ver en un Unicaja que parece haber perdido el rumbo desde, al menos, la última temporada con Aito en el banquillo convirtiéndose en un equipo sin alma.

Tal y como hizo Fausto el Unicaja ha vendido su alma a cambio de unos éxitos que no llegan

La temporada actual de Unicaja me recuerda, salvando las distancias, a la primera de Ettore Messina en el Real Madrid. Entrenador de renombre con el objetivo de enderezar el equipo y plantilla prácticamente nueva, también de renombre. Pero como todos sabemos una cosa son los nombres y otra los hombres. En los deportes de equipo uno más uno no siempre suman dos y la suma de las partes en ocasiones no hacen un todo. Si recuerdan, también el Madrid de Messina comenzó la temporada deslumbrando, teniendo en cuenta el hecho de ser una plantilla poco conjuntada. Como aquel equipo, también Unicaja ha ido perdiendo fuelle, han aparecido las fisuras y la figura del entrenador está siendo más que cuestionada. Todos sabemos cómo acabó la historia del italiano en el equipo de la capital. No creo que a Repesa, de seguir así, le dé tiempo a dimitir. Ya me entienden.

Siempre pensé que a aquel Real Madrid le dotaron de calidad a cambio de perder su alma. Aquella plantilla plagada de nombres contrastados adolecía, como luego se demostró, de amor propio. Llegado el momento de la verdad los mercenarios se fueron sin pena ni gloria, tal y como llegaron, sin hacer ruido. No sé si lo recuerdan: Prigioni, Kaukenas, Hansen, Dasic, Lavrinovic, Velickovic, Garbajosa, Vidal... incorporándose sobre la marcha Tomic, Jaric y Almond. De la temporada anterior sólo permanecieron Reyes, Llul, Bullock y Van der Spiegel. Se prescindió también sobre la marcha de Hervelle y, antes de comenzar la temporada, de jugadores como Mumbrú y Raúl López. Para ello no sólo se gastó el dinero en nuevos fichajes si no también en pagar rescisiones de contrato a jugadores como Massey o Marko Tomas y alguno de los ya mencionados. Incluso las malas lenguas nos decían que Reyes y Bullock permanecieron en contra del criterio de Messina. ¿Qué hubiera pasado si en lugar de prescindir de casi toda la plantilla se hubiera realizado una transición gradual que hubiera mantenido la esencia? Por ejemplo ¿no hubiera sido más razonable mantener a Raúl López, Llul, Bullock, Mumbrú, Hervelle y Reyes y traer a seis jugadores de alto nivel? De esta manera el equipo podría haber dado el salto de calidad requerido manteniendo el corazón que en los últimos años le había permitido latir en los peores momentos. Y seguramente habría sido más barato. La teoría era que Messina quería limpiar de gallitos el vestuario, en la medida de lo posible, para iniciar así una nueva andadura hacia el éxito.  Pero ¿A qué precio?


¿Será capaz Repesa de alzar el vuelo con este equipo sin alma? /Foto www.laopiniondemalaga.es
¿Ven ahora el paralelismo con Unicaja? A pesar de que el historial, los plazos y los objetivos no son exactamente los mismos la enfermedad sí. Equipo con una época triunfal venido a menos en los últimos años que decide fichar a un entrenador de renombre para recuperar el esplendor. ¿El resultado? Lo estamos viendo. Simon, Williams, Panko, Vidal, Urtasun, Calloway, Perovic, Dragic y Gist se estrenaron con Unicaja este año. Sólo Zoric, Lima y Vazquez estaban el año pasado o en etapas anteriores. Sin ánimo de ser exhaustivo, si pierden un poco de su tiempo en ver las plantillas de los años precedentes, sin llegar a los extremos de esta, verán que la trayectoria es similar. ¿Donde están los jugadores de cantera? ¿Donde la historia? ¿Qué hay de ese jugador vertebrador del vestuario? ¿Donde, en definitiva, el alma?

Me da cierta envidia cuando veo a jugadores como Frangiskos Alvertis o Derrick Sharp terminar su carrera en el equipo de “su vida” e incluso pasar a formar parte del cuerpo técnico. No quiero decir que cualquier jugador que lleve mucho tiempo en un equipo tiene derecho a permanecer en él eternamente pero viendo el rendimiento residual de muchos fichajes ¿no sería más conveniente dar más valor a la experiencia?. Lógicamente, el jugador debe asumir que su rol poco a poco será más secundario y sus emolumentos irán en consonancia. Igualmente son dignos de admiración los homenajes que se rinden a los jugadores en la NBA tanto por sus franquicias como por la liga misma haciendo honor a la historia viva de este deporte. Quizá esta situación no sea exclusiva del baloncesto en España si no el reflejo de una sociedad que no valora la experiencia, al contrario, todo lo que huele a viejo es a menudo arrinconado como inservible.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Anímate a comentar, es gratis y cuantos más aportemos mejor.