Cosas que hacer para no volverte invisible

Semana tras semana el debate es el mismo en nuestro baloncesto: bajas audiencias, partidos sin televisión, cambio de horarios, invisibilidad en los medios... El culmen llegó, hace unas semanas, cuando resultó prácticamente imposible ver por televisión dos partidos de gran interés, los del Real Madrid frente al Zalgiris en Euroliga y contra el Herbalife Gran Canaria en Liga Endesa, o cuando los aficionados del Blusens Monbus tuvieron que movilizarse para poder ver a su equipo jugarse la última plaza para la Copa del Rey. Es triste que en la llamada sociedad de la información el mayor problema del baloncesto en España sea su presencia en los medios de comunicación. Por eso me pregunto qué cosas se podrían hacer, digamos fácilmente, para no volvernos invisibles.

Si sigue desapareciendo de la vida pública el baloncesto corre el riesgo de volverse invisible

Canal de youtube

Si algo bueno, o malo según los casos, tienen las redes sociales es que cualquiera puede hacerse visible en ellas de una forma fácil. Solo hay que tener tiempo, ganas e interés. ¿Me pregunto si en la ACB los tienen? No lo tengo tan claro. Solo así se entiende que desaprovechen las opciones de visibilidad que ofrece una web como youtube que cuenta con 800 millones de usuarios y 4.000 millones de visitas al día. El canal de la NBA, paradigma de la visibilidad en el mundo del baloncesto, tiene la friolera de 1.636.392 suscriptores y sus videos han sido visionados un total de 1.116.668.057 veces. Sí, como lo leen, más de mil millones. Por supuesto la universalidad de una liga como la NBA no es comparable a la nuestra pero, aún así, los datos de dos canales más modestos como el de la Euroliga o la FEB nos darían una imagen más real. El canal de la Euroliga ha alcanzado los 25.519 suscriptores, no es gran cosa, pero sus videos han llegado a las 52.779.147 visitas. El canal de la FEB, mucho más modesto, sólo tiene 3.077 suscriptores y sus videos han sido pinchados 4.652.108 de veces. Lo mejor de todo es que cualquiera puede crearse un canal fácilmente y, aún así, la ACB no lo tiene. Me dirán que ya existe ACBTV, pero nada comparable a la visibilidad que te da youtube. A las posibilidades de monetizar el canal se une, sencillamente, la promoción que da a tu deporte. O sea, visibilidad.

Venta de entradas y productos

La página web de la ACB-Liga Endesa ha de ser algo más que un punto de información con resultados y estadísticas. Eso lo puedes encontrar en cualquier web especializada. Debería ser un lugar de encuentro de todos los aficionados a este deporte donde, además de informar, los equipos puedan rentabilizar sus inversiones. No hay que olvidar, aunque a veces lo parezca, que la ACB no es un ente ajeno a los clubes de baloncesto si no una asociación de estos. Debería convertirse en prioritario facilitar la venta de entradas y  productos a través de su página común. Es increíble lo difícil que resulta a veces informarte sobre un abono de temporada de tu equipo o comprar un regalo con su logotipo. Nuevamente la página web de la NBA es el ejemplo a seguir tanto en la venta de entradas como de productos. De lo que se trata es de aportar valor añadido y a la vez  facilidad de acceso al producto. Aunando esfuerzos se disminuyen costes y, por tanto, se aumentan los beneficios.

En lo que a visibilidad se refiere la NBA es el ejemplo a seguir

Accesibilidad de los protagonistas

Hablando de facilidades de acceso, llevo años oyendo a periodistas quejarse de lo difícil que resulta acceder a los protagonistas de nuestro baloncesto, tanto jugadores como entrenadores. Llegando al punto de que, según cuentan, es más fácil obtener una entrevista con un jugador que milita en la NBA que con uno de la Liga Endesa. Ridículo ¿verdad? No es que los equipos tengan que poner facilidades de acceso, es que tendrían que ser ellos los primeros interesados en que sus jugadores salieran en los medios. A mayor visibilidad mayor impacto y más posibilidades de atraer inversión. Que a nadie se le olvide que los sueldos se pagan, o deberían, además de con las subvenciones con los contratos de publicidad y los patrocinios. Publicidad que huye, como es lógico, si no hay visibilidad.

Producción propia de partidos

Esto no es tan fácil pero, teniendo en cuenta la situación actual, es interesante. Al parecer desde la ACB está descartado, al menos a corto plazo, asumir dicha producción así como la creación de un League Pass al estilo de la NBA o de la Euroliga. Sería una buena opción, al menos, producir aquellos partidos que, en principio, no van a serlo por ningun canal. De esta manera se podrían vender los derechos de emisión individualmente. Según parece producir un partido tiene un coste de aproximadamente 12.000 euros. ¿Sería inviable ofrecerlo a canales autonómicos o locales, donde normalmente está el mercado de sus patrocinadores, aunque fuera a precio de coste y repartirse la publicidad devengada a partir de esos 12.000 euros? Otra opción sería emitir estos partidos, previo pago o con publicidad, por internet a través de orange arena o de ese canal youtube ahora inexistente. De esta manera no tendríamos que pasar el ridículo de tener, todas las jornadas, tres o cuatro partidos en la clandestinidad. Parece que el gasto no merece la pena, pero si la alternativa es la desaparición paulatina del baloncesto de la vida pública, creo que más que un gasto hay que considerarlo una inversión de futuro.

He hecho hincapié, durante todo el artículo, en una palabra: visibilidad. No ha sido fruto de la casualidad. El factor determinante no es la audiencia en sí de los partidos, esta debe ser la consecuencia del trabajo bien hecho. La cuestión es formar parte de la vida cotidiana de la gente y esto se consigue siendo visibles. Haciendo un resumen: aprovechando las redes sociales; facilitando el acceso al producto; emitiendo todos los partidos sin excepción, que nadie se quede sin ver a su equipo ya que eso le alejará de la competición en general; dando a conocer a los protagonistas, como escribía César Nanclares en la revista Gigantes no conocemos la voz de los jugadores de baloncesto y, yo añadiría, de muchos ni el rostro. Lo peor que te puede pasar es que la gente se acostumbre a no verte, que no te echen de menos, que te vuelvas invisible... porque cuando eso pasa es como si estuvieras muerto.